III ENDICOM -  III ENCUENTRO DE INVESTIGADORES EN COMUNICACIÓN DEL MERCOSUR

 Río Cuarto – ARGENTINA

 11 al 15 de Octubre de 1999

MEDIOS, COMUNIDAD Y ANTIDIALOGO

 Autor: Sergio Ricardo Quiroga*

 E-mail: squiroga@unsl.edu.ar

Tvresearch@hotmail.com

  

8.- Comunicación y Nuevos Espacios de integración

* Periodista y Director del Centro de Estudios Olímpicos José Benjamín Zubiaur. Argentina

 

La revolución de las comunicaciones, que modifica a diario la vida de cientos de personas en todo el mundo, contribuye a dar mayor relieve a algunos de los principales desafíos de la contemporaneidad. La promoción y la defensa de las libertades de expresión y de opinión, el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación en la cultura, la política y la ciencia; su contribución a la integración subregional y regional, al desarrollo social, a los procesos de paz constituyen hoy claros retos.

Con el desarrollo de las herramientas aplicadas a la fabricación y distribución de los mensajes, los medios de comunicación de ampliaron su grado de influencia social y geográfica, consolidándose como una industria formada por empresas de servicios.

La evolución de las partes que componen esa industria es desigual, ya que los diferentes centros regionales de producción no poseen la misma cantidad, ni calidad de recursos tecnológicos. La principal causa de que acontezca esta situación es el desequilibrio en la distribución del poder económico en todo el mundo. La brecha norte-sur no solo condiciona el orden de la circulación internacional de la información sino que monopoliza la oferta y genera una limitación objetiva a las posibilidades de consumo.

La corriente de información en sentido único es sobre todo el fiel reflejo de las estructuras políticas y económicas dominantes en el mundo, que tienden a mantener y a reforzar la situación de dependencia de los países pobres con respecto, a los ricos.

Solo en apariencia, la circulación de la información es libre. Los flujos vienen desde el hemisferio norte hacia el hemisferio sur. No hay prácticamente flujos de información en sentido contrario.

La revolución de la información tecnológica en el mundo de hoy, no hace más que ampliar los horizontes y contenidos del gran capital de las superpotencias, que imponen una tiranía económica a través de sus relaciones internacionales.

La situación muestra que las políticas de información que caracteriza a los Estados Unidos a partir de la posguerra entiende al público latinoamericano como un conjunto de receptores pasivos y sometidos que solo deben escuchar y obedecer. (1)

El gran salto de la tecnología ha combinado su posesión con la concentración de los medios de comunicación como parte también de la actual globalización. Muchos medios han perdido su sello original viéndose absorbidos por las megafusiones con matrices en el extranjero.

El enorme proceso de fusiones que se dio sobre todo en los últimos diez años es una característica relevante. Hoy, la Time Wagner, la Turner, ABC, y Disney, etc. mueven enormes masas de información (cine, televisión, cable, industria editorial, etc.) Los tres holdings más importante del mundo están manejando alrededor del el 25% de la información y la cultura mundial y los nueve primeros dentro de los cincuenta tops lo hacen en una cifra cercana al 50%. La UNESCO epuso, en 1947 a partir de una Declaración de los Derechos del Hombre el significado de la libertad de expresión:

"Todos los hombres tienen derecho a la información más completa y más exacta procedente de todas las fuentes importantes, con el fin de que puedan desempeñar el papel que les corresponde en la sociedad humana. El derecho de vivir encuentra su manifestación más completa en la vida del pensamiento y en los diferentes modos de expresión artística y científica. Todos los hombres tienen derecho a seguir las consecuencias de su razonamiento y a creer en las doctrinas que consideran verdaderas. No se les pondrán obstáculos en la búsqueda de conocimientos o en la comunicación de los resultados de sus investigaciones a otras personas con el fin de aumentar la suma de los conocimientos humanos. Con independencia de cualquier cálculo de su utilidad social, todos los hombres tienen derecho a expresarse en las artes y en las ciencias, no sólo como una parte de su propia realización, sino también como una posible contribución a la cultura de su país y de su época, ya que la expresión más alta de su cultura y la máxima utilidad para la sociedad se deriva a menudo de trabajos poco estimados por sus contemporáneos desde el punto de vista de su valor estético y su utilidad práctica inmediata.

(Linares Quintana, 1993)

Libertades y Derechos Humanos

Se afirma en la Declaración Universal de Derechos Humanos que:

"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión."

 

Como señala el Informe de la Comisión McBride (Un solo mundo, voces múltiples – UNESCO 1980) se han logrado progresos en el mundo entero pero, sin embargo, en ciertos países los avances han resultado muy lentos e intermitentes como consecuencia de "medidas autocráticas retrógradas o por una tendencia creciente al monopolio".

Libertad de información, circulación equilibrada de la información, libre circulaciones de la información o libre acceso a los medios de comunicación social son conceptos que se derivan del principio fundamental de la libertad de expresión y opinión. Esa libertad es un derecho del individuo pero la libertad de información entraña dos aspectos: uno individual y otro colectivo. El concepto de libertad de expresión suscita hoy nuevas preguntas y nuevos problemas.

El NOMIC, pensado desde 1945 por la UNESCO y la ONU e instaurado dos décadas después con el apoyo del Movimiento de Países no Alineados, es el resultado de un cambio de objeto para el estudio de los problemas de la desigualdad comunicacional. La nueva propuesta inicia una reflexión y un estudio sobre el grado de libertad y autonomía cultural en las comunidades económicamente inferiores.

El NOMIC no ha logrado cumplir con su objetivo y esta cada vez más distante de coincidir con la realidad de la industria de la información por la debilidad de las democracias latinoamericanas y la creciente concentración de los medios.

El investigador boliviano Fray Luis Beltrán ha señalado sobre este aspecto que "esa situación las obligaba a extender concesiones a la más pequeña presión de aquellos sectores interesados en el mantennimiento del status quo. Por ello, eran incapaces de asumir actitudes que implicaran, por ejemplo, la expropiación, nacionalización o bien el control sobre los intereses nacionales, privados y transnacionales. Para no crear problemas políticos internos, los gobiernos preferían siempre evitar problemas con los grandes grupos de la comunicación."

En la Argentina, el camino definitivo hacia la libre empresa de la comunicación se produjo en el final de la década del 80, proceso que generó otras formas de monopolización de los servicios culturales.

En la década del 40 se elaboró y se expuso en diversos ámbitos un modelo teórico que fue denominado inicialmente "teoría de la información". Fue, como otros, un subproducto del esfuerzo bélico realizado por los aliados para derrotar el eje nazi-fascista. Sorprendentemente, fue el resultado de un equipo interdisciplinario. El modelo básico era el de Emisor-Medio-Receptor, con el añadido de la retroalimentación. El modelo más perfeccionado incluía el o los codificadores, el canal, el mensaje o los codificadores. Fue conocido como modelo de Información de Shannon y Weaver y fue aplicado en muchos otros campos.

Este modelo es tomado, en la década del 50, por los científicos sociales y transformado en modelo teórico de comunicación. Los medios masivos, la radio, la prensa y la naciente televisión y otros medios incipientes lo adoptan como el sustento teórico de sus propias actividades. Se transforma en un modelo de manipulación.

Puede definirse a la comunicación como un proceso de producción, conservación y reproducción de mensajes, pero esta será solo una definición operacional. Podemos decir que la comunicación es un proceso de intercambio de signos destinado a la convivencia de los seres humanos, pero esto solo será aplicable para el caso de la comunicación interpersonal. También podemos conceptualizar a la comunicación como el proceso que por medio de la creación e intercambio de signos, reproduce o modifica los valores de una sociedad. Todas estas definiciones resultan incompletas.

Durante el crecimiento de los medios de comunicación se introdujo el modelo de información de las máquinas a las personas. El receptor es denominado público (o blanco) y el emisor lo transforma en objeto.

Las nuevas tecnologías de la comunicación contribuyen a establecer unas relaciones comunicativas que obligan a revisar los conceptos tradicionales. Una cierta confusión se ha producido entre los conceptos de la terminología "comunicación" e "información". Considerarlos sinónimo es un error.

Las tecnologías tienen un lugar en el ejercicio de la comunicación y de la información. Pero al mismo tiempo, su inequitativa distribución, su instantaneidad estimulada irracionalmente y comercialmente por la competencia de los medios que alimenta, es causa de deformaciones informativas y de exceso que afectan la formación educativa y cultural.

En "Geopolítica de la Comunicación", Anthony Smith califica al periodismo internacional como una expresión intelectual del capitalismo a la vez que como un género empresarial con un producto de exportación, que es la información.

Una pregunta que nos debemos formular es żA quiénes sirven hoy más las maravillosas redes de comunicación? żA la información periodística, esto es a la comunicación entre naciones pueblos y personas, o a las bolsas manejadas fantasmalmente y a los grandes negocios mercantiles y financieros?

Mediante la red se abren y cierran, suben y bajan bolsas, y su capacidad de adelanto a jornadas y horarios geográficos de unos países sobre otros, genera la especulación y la concentración de la economía globalizada y, por lo tanto de la comunicación y el contenido de la información.

Aunque se ha señalado (Martín Gutiérrez Elortegui en Diálogos de la Comunicación 45) que la metáfora de la "aldea global" se actualiza y se materializa aceleradamente en todos los lugares y niveles y de las formas más inesperadas, transformando en "soga que nos une" la base económica y política de la sociedad y en "propósito único" la propia estructura de las relaciones socioculturales y comunicativas, situación que ha gestado lo que el propio autor denomina un "nuevo orden cultural", esa acción tiene serias resistencias.

Ese nuevo orden nos enfrenta a un proceso de renovación del capitalismo y produce cambios que apuntan en dirección del proceso globalizador de la economía que a su vez genera una transformación de las políticas, sociales y culturales donde la comunicación, entendida en un sentido amplio como procesos de circulación de información y entretenimiento, tiene un rol fundamental.

Armand Mattelart acertadamente ha señalado que el concepto globalización fue en su origen una noción de geopolítica, un concepto militar. A pesar de la capacidad técnicamente global de la comunicación, la idea de McLuhan sobre la aldea global no se produce, porque la cultura, la historia y el amor a la tierra de los pueblos y comunidades, resiste esta tendencia a la pérel amor a la tierra de los pueblos y comunidades, resiste esta tendencia a la pérdida de la identidad.

Desenmascarar el triángulo perfecto que dibujan las tecnologías de las comunicaciones en sus tres aspectos medulares: económico, político y social, es traducir el fabuloso costo que trae aparejado para la humanidad la interminable espiral de ganancias de las telecomunicaciones, la informática, la microelectrónica, la robótica, etc. Hoy el 90 por ciento de la población mundial ha sido expulsado del control de las comunicaciones. O sea, que con esa exclusión tampoco existe una globalización que signifique la participación democrática de la gente.

Sobre el analfabetismo psicológico propio de las sociedades industriales, el periodista y teórico español Martínez Albertos dice:

"Entrometidos en el diálogo social, los medios dicen tantas cosas y tan exageradas que acaban por anularse las unas a las otras. La consciente trivialización de los mensajes acaba haciendo de sus productores, los medios, una fuerza maligna, aparentemente educativa, dócil para los propósitos de manipulación secreta y la indoctrinación interesada de los públicos."

(Martínez Albertos, 1978)

Pese a su optimismo sobre la imposibilidad de automatización de los públicos, el tema no es menos alarmante. Martínez Albertos también señala:

"La actividad informativa llamada, estrictamente periodismo puede ser un verdadero instrumento de liberación en la sociedad industrial avanzada, siempre que se lleve a cabo en las condiciones de autonomía que exige la propia naturaleza.(...) En la medida en que haya (...) hombres empeñados en que los medios de difusión sean instrumentos para el diálogo social y no para la manipulación psicológica de los individuos, existe todavía esperanza de salvar a la sociedad a pensar en un "nuevo receptor" presuntamente adiestrado para reconocer de un modo activo el artificio de las representaciones mediáticas. El teórico Omar Calabrese ha expresado que si los hombres pueden cambiar o "jugar" con su pasado, también lo podrán ado que si los hombres pueden cambiar o "jugar" con su pasado, también lo podrán hacer con su futuro (2).

En el marco de la globalización, de la denominada universalización del conocimiento y de las denuncias de profanación de las identidades nacionales por parte de los centros productores de información, es posible observar algunos obstáculos a los que se enfrentan los países latinoamericanos. La pobreza de recursos tecnológicos para desarrollar y promover la circulación interna de sus propios rasgos culturales y la falta de aptitudes críticas de los adultos, en especial de los educadores y comunicadores (capacitados en el mismo contexto) es una limitante objetiva a tener en cuenta a la hora de pensar en orientar a nuestras sociedades.

 

NOTAS

1. - En "Un solo mundo, Voces Múltiples" UNESCO 1980 Página 262, aparece una magnífica cita: Enseignement et Média presentado en "Etats Généraux de la philosophie" (París, junio de 1979)

"Los medios de comunicación de masas aportan imágenes del mundo y debates de ideas a un público máximo, lo cual es positivo. Pero, hay que olvidar que aportan también la idea que determina la selección, el montaje y el comentario de las ideas, y no se trata de una idea cualquiera sino de la idea que se hace del mundo el "pequeño numero de quienes tienen el privilegio político y económico de distribuir ideas e imágenes en todo el mundo, con el montaje y unos comentarios."...Lo decisivo son, en cambio, las trabas inherentes a la índole misma de los medios de comunicación de masas, y que hacen que estos últimos no sean simplemente unos vehículos sino que constituyen de por sí mismos unos mecanismos mentales..."

(Relator Regis Debray – publicado en Liberatión, 22 de junio de 1979, París)

2. - Omar Calabrese ha señalado que:

"Por primera vez los documentos que resguardan el pasado están totalmente disponibles con un gran defecto de la realidad. (...)

El hecho de tener todo el pasado disponible amplía ciertamente nuestro deseo de pasado, pero al mismo tiempo ya que somos sabedores de que todos los documentos son manipulables, falsificables, jugamos mucho más con el pasado.

He aquí entonces la pérdida del aura, porque somos inconscientes de que con nuestro pasado comenzamos a poder jugar, luego a transformarlo. El mismo discurso vale para el futuro, cuya simulación hará disminuir el aura de la previsión."

(Calabrese, en Vacchieri)

 

BIBLIOGRAFIA

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UNESCO (1980) "Un solo mundo, voces múltiples" Informe de la Comisión McBride