Fútbol (y Física), pasión de multitudes (II)

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Continuación del Clásico imaginado entre Rosario Central y Ñuls, final de Copa Libertadores, minuto 45 del segundo tiempo, empate 2 a 2... Una ficción rosarina que muestra cómo un tiro libre puede resultar una maravillosa exhibición de Física.

efecto Magnus

El "Golazo", en detalle

El delantero leproso pateó el balón con la parte interna de su pie derecho, aplicándole una fuerza a lo largo de una línea que no pasaba por su centro. En consecuencia, la pelota comenzó a girar sobre sí misma, en este caso en sentido opuesto a las agujas del reloj. El delantero pegó el derechazo en el punto justo: si pateaba cerca del centro de la pelota, ésta no giraba, y si pateaba cerca del borde, el menor tiempo de contacto entre el pie y la pelota implicaba que ésta no tomase una gran velocidad. La baja humedad relativa de la noche rosarina ayudó a que el rozamiento entre el pie y la pelota fuese el adecuado para que la patada le imprimiese una alta frecuencia de rotación al balón, quizás más de diez revoluciones por segundo.

Así, la pelota arrancó con un gran impulso, una velocidad de más de 110 km por hora (unos 30 m por segundo). El flujo de aire sobre la superficie de la pelota era turbulento, y, por lo tanto, la resistencia del aire que experimentaba la pelota era relativamente baja. A unos 10 metros del recorrido, más a menos a la altura de la barrera de defensores, la velocidad de la pelota cayó hasta tal valor que el aire a su alrededor entró en "flujo laminar". Este hecho aumentó en buena medida la resistencia del aire, lo que hizo que la pelota se frenase aún más. Por lo tanto, la fuerza de Magnus aumentó considerablemente su efecto. Mientras la velocidad del balón seguía decreciendo, la deflexión (o desviación de la trayectoria) lateral se hacía más exagerada hasta que la pelota entró al arco y "pegó" en la red.

La presión atmosférica también influye
Es interesante notar que, a menor presión atmosférica, menos pronunciado es el efecto Magnus. Por lo tanto, si el clásico rosarino hubiese sido jugado en las alturas de La Paz (Bolivia), la pelota no se hubiese desviado tanto, y hubiera terminado golpeando el banderín del córner. Como correctamente dijo Daniel Passarella: "En la altura, la pelota no dobla", al caer Argentina frente a Ecuador, en Quito. Pero lo que pocos saben es que, si el partido se hubiera jugado en algún estadio marciano, el delantero habría errado completamente su tiro libre. Un estudio sueco reciente demostró que debido a que en la tenue atmósfera de Marte la distancia promedio que viajan las moléculas antes de colisionar unas con otras es mayor al diámetro de la pelota, simples razonamientos físicos llevan a la conclusión de que una pelota que gira, se desvía lateralmente hacia el costado opuesto al que se desviaría en la Tierra. Pero sigamos con el partido.

Segundo minuto de descuento
Un delantero de Rosario Central se enfrenta sólo al arquero y lo "fusila" sin piedad. Cuando está por iniciar su ritual de festejo ve que el juez de línea tiene levantado el banderín, invalidando el gol por posición adelantada. El delantero amaga un insulto al juez, cuando recuerda ese artículo de la prestigiosa revista "Nature" que leyó hace un par de años: un grupo de investigadores holandeses encontró que los jueces de línea, inevitablemente, se equivocan en el 20 por ciento de las situaciones de off side. Y no por mala voluntad sino porque el jugador que está más lejos del juez de línea parece ante sus ojos estar más cerca de la línea de gol que los jugadores más cercanos. A menos que el juez esté alineado con el último defensor a medida que el atacante se acerca a él, es fácil pensar que el atacante está en off side cuando, en realidad, no es así.

Final del partido
Feroz batalla entre leprosos y canallas; para peor, ahora los espectadores saben que si arrojan las pilas de radio haciéndolas girar, pueden lograr mayor precisión en el impacto...

Beve glosario rosarino
Rosario Central y Newell's Old Boys (alias "Ñuls") son los dos principales equipos rosarinos de fútbol, y son acérrimos adversarios. Leproso se le dice a un hincha de Ñuls, y canalla, a uno de Rosario Central.

Fuente: "Divulgón - Selección de contenidos científicos"; Nro. 4, Año I. Publicación electrónica rosarina coordinada por investigadores de las siguientes unidades académicas de la Universidad Nacional de Rosario: Instituto de Física Rosario, Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario y Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas. Página web: www.divulgon.com.ar
Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Area de Comunicación Social del Ceride-.

© DIVULGÓN - CERIDE

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publicado el 22 de noviembre de 2003