El
Dr. Ing. en Minas Stefan Remke, de Alemania, visitó nuestra ciudad
invitado por el Conicet
Santa Fe. Trabaja en esta fuente energética limpia, cuyo uso
es obligatorio en España desde marzo pasado. Posibles actividades
conjuntas a futuro con investigadores, profesionales y empresarios.
¿Qué
es la EST?
También denominada energía termosolar, utiliza la energía
del sol para producir calor, el que puede aprovecharse para calentar agua
destinada al consumo doméstico o industrial, ya sea como agua caliente
sanitaria, para calefaccionar, o para producir energía mecánica
y, a partir de ella, electricidad. Asimismo, puede emplearse para alimentar
una máquina de refrigeración por absorción, que emplea
calor en lugar de electricidad para producir frío, con el que se
puede acondicionar el aire de los locales.
¿Cuál
es el motivo de su presencia aquí?
Por referencias del Centro Tecnológico de Rheinbach, de mi país,
que mantiene contactos con el Conicet
Santa Fe, sabíamos que en sectores científicos, académicos
y empresarios de esta ciudad interesaba el aprovechamiento de la energía
solar, y decidimos relacionarnos directamente. En Argentina hay mucha
radiación solar, pero resulta que los precios de la energía
convencional son relativamente muy bajos comparados con los valores internacionales,
por eso, a primera vista, la energía solar no resulta muy económica.
Pero creo que a largo plazo, y con los problemas energéticos existentes,
tenemos que aprovechar lo que nos da el sol. Y la tecnología más
eficiente para aprovecharla es la EST.
¿Qué
ventaja tiene esta energía solar sobre otras?
Por ejemplo, no necesita muchas inversiones y es muy eficaz, ya que puede
aprovechar la radiación solar a un 80% -porcentaje que no alcanza
ninguna otra energía debido a las pérdidas-. A veces, parece
que sólo hablamos de agua caliente, pero con esta agua caliente
se pueden hacer muchísimas cosas, no sólo en las viviendas
sino también en empresas pequeñas, p. ej., en lavanderías,
industrias lácteas o frigoríficas. No presenta aspectos
medioambientales negativos, si bien las energías aparentemente
“limpias” también tienen sus puntos críticos, aunque no
veo tantos de éstos en la EST.
¿Qué
infraestructura necesita la EST?
Un colector, que transforma en calor la energía que hay en la radiación
solar. Este calor se transfiere, por ejemplo, a una mezcla de agua con
anticongelante, y mediante una bomba, este fluido se hace pasar por el
colector y va al depósito de agua, desde donde se lo aprovecha
también en procesos de desalación de agua. Éstos
son los componentes básicos.
Usted se reunió
con científicos del Conicet, de universidades nacionales y con
directivos de empresas locales. ¿Qué ha resultado
de tales encuentros?
En primer término, estoy gratamente impresionado por la actividad
de estos grupos que logran, por ejemplo, mejorar la eficacia de los sistemas
energéticos. Me ha parecido muy interesante el trabajo del Dr.
Horacio Irazoqui, del INTEC,
en el campo de la cogeneración, aprovechando el calor de procesos
para generación de energía o para las mismas plantas industriales.
En parte, ése es el tema que tenemos con nuestro sistema de desalación
de agua: operamos con energía solar pero también podemos
hacerlo con calor de procesos. Y aquí veo un punto de interés
en común. También nos reunimos con los integrantes del Grupo
de Estudios sobre Energía (GESE), de la FRSF/UTN, quienes, entre
otros temas, están trabajando en el aprovechamiento de la energía
solar para casos sociales: hay gente que vive en áreas rurales
donde hay mucha pobreza, y en la que falta el agua potable . Esto ocurre,
por ejemplo, en “El Nochero”, al norte de Santa Fe, donde el agua es muy
dura; no es apta para consumo humano, y en ese caso se puede imaginar
una combinación del sistema de desalación del agua con nuestra
tecnología, que es muy robusta y no necesita mucho mantenimiento,
además de obtener agua caliente sanitaria y energía eléctrica
fotovoltaica por otros métodos. Y con estas instalaciones también
se puede capacitar técnicamente a los lugareños, formando
a los alumnos y demostrándoles cómo se puede aprovechar
la energía solar. Otro encuentro tuvo lugar con el Dr. Orlando
Alfano, del INTEC,
quien está trabajando con un reactor solar (proceso foto-Fenton)
para destruir contaminantes orgánicos del agua, es decir, para
limpiar el agua. Se trata de reactores especiales que utilizan la radiación
solar UV, mientras que los productos que fabricamos en Alemania aprovechan
sólo el calor, por lo cual no tuvimos muchas coincidencias -uno
es un reactor químico y el nuestro es un sistema de calor, de energía-.
No obstante, cuando hablamos sobre el agua potable obtenida por sistema
de desalación encontramos un punto en el que podríamos cooperar
para el tratamiento del agua, utilizando la tecnología desarrollada
en Santa Fe.
¿Qué
otras reuniones mantuvo en nuestra ciudad?
En la Incubadora del Parque Tecnológico del Litoral Centro (PTLC),
con el Ing. Rubén Malizia, intercambiamos experiencias sobre la
generación de nuevas empresas de base tecnológica. Sobre
todo porque mi empresa, CitrinSolar, nació en un parque tecnológico
alemán. También me reuní con el Ing. René
Galiano, miembro del Ises (The International Solar Energy Society) y de
su asociada argentina Asades; conversamos sobre experiencias en la aplicación
de energía solar para solución de problemas sociales, dado
que es miembro de entidades ambientalistas como Alerta Verde y Proteger.
Me informó que en la década del 90 desarrolló el
programa de energías renovables de la EPE y actualmente participa
en la red de energías renovables del Programa europeo URBAL. Dialogamos
en relación con las dos leyes provinciales sobre energías
renovables, de reciente sanción. Creo importante destacar que en
España, donde trabajo actualmente, entró en vigor el 29
de marzo la ley que obliga a los constructores a utilizar fuentes de energía
renovables para obtener agua caliente y electricidad. Los edificios que
se construyan, o rehabiliten, deberán incluir de manera obligatoria
estas fuentes. A manera de ejemplo, el 70% del agua caliente que se consuma
en los edificios nuevos de Madrid tendrá que originarse en este
sistema.
Luego visitamos el Eurocentro de Cooperación que funciona en la
Bolsa de Comercio de Santa Fe, donde nos atendió el Lic. Simón
González con quien dialogamos sobre distintas líneas de
trabajo en el marco del programa Al-Invest de la Unión Europea.
Por último, en la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe
(CaCeSFe) mantuvimos una ronda de contactos con empresarios locales para
evaluar potenciales acuerdos de cooperación.
¿Es su primera
visita a Santa Fe?
Sí, y nos han impresionado el río Paraná y toda la
riqueza de la naturaleza. Mi esposa y yo pensamos en regresar, porque
hemos acordado con el Ing. Guillermo Hintermeister, del Conicet
Santa Fe, quien coordinó todas las reuniones, la continuidad
del diálogo para evaluar futuros acuerdos de cooperación.
Entrevistó:
Lic. Enrique A. Rabe (ACS/Conicet
Santa Fe).
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