LA CASCARILLA DE ARROZ COMO COMBUSTIBLE EN EL SECADO DE CEREALES*.

Una empresa colombiana, dedicada al diseño, fabricación y montaje de maquinaria agroindustrial para molienda, secado y almacenamiento de arroz y otros granos, ha desarrollado un nuevo diseño de horno para secar cereales, en el que se utiliza como combustible la cascarilla de arroz. El proyecto se realizó en cooperación con la Universidad del Norte, y contó con la asesoría de consultores externos y el apoyo financiero de Colciencias, organismo éste equivalente al Conicet argentino.

Un breve recorrido histórico
Hasta hace dos décadas, los hornos para generar vapor que existían en el mercado local eran fabricados en Alemania e Italia, y su tamaño, costo y consumo de cáscara en la generación de vapor eran muy altos. La utilización del horno como sustituto de combustible en el secado de arroz fue conocida por los propietarios de la empresa Super-Brix S.A. en la República Dominicana, donde se fabricaba un horno artesanal de ladrillo y barro que no tenía forma de controlar el calor, pero que, de alguna manera, sirvió como idea para el inicio del primer diseño de un equipo comercial nacional.
Luego, la necesidad creciente de ahorrar combustibles, de aprovechar desechos contaminantes (neutralizándolos), de incrementar la productividad de la agroindustria, más el deseo de aportar al campo de la investigación tecnológica aplicada, hicieron el resto.

El proyecto: ciclones y otras ventajas
En el diseño y construcción del nuevo horno, la idea concreta fue la de mejorar la vida útil del equipo, disminuir el costo de fabricación y el consumo de energía, así como cumplir con las normas técnicas internacionales para prevenir la contaminación ambiental.
Terminado el proyecto, hace algunos meses, el horno diseñado resultó ser altamente competitivo, entre otras razones por su elevada operatividad, su favorable precio de venta, el incremento de la eficiencia de combustión -de un 60% a un 80%- y su bajo consumo de energía eléctrica.
Otra ventaja del horno fue lograr un bajo nivel de contaminación, cumpliendo, de esta manera, con las normas EPA de protección ambiental. El estricto control de la polución se debe a que el equipo cuenta con un sistema de "ciclones" que recogen los gases provenientes de la combustión y decantan las partículas emitidas, evitando así que sean esparcidas a la atmósfera.
Por otro lado, sus características de diseño y funcionamiento lo hacen completamente distinto a los modelos existentes hasta la fecha. En primer lugar, la cámara de combustión es cilíndrica, a diferencia de las cámaras de combustión rectangulares en los modelos anteriores, y la parrilla donde se efectúa la combustión de la cascarilla es de forma circular, lo que facilita la distribución del aire de combustión de la misma. También son distintas la alimentación y la evacuación de la cascarilla, la distribución del aire de combustión y la configuración de los intercambiadores de calor.
Sin embargo, la característica fundamental del nuevo modelo de horno resultó ser su diseño modular que permite adaptarlo a diversas plantas de secado.

La concreción: cuatro razones de su éxito
En el aspecto comercial, el nuevo horno abrió un espacio importante en el mercado de equipos para generación de calor y secado de granos, puesto que, hasta ahora, no existían hornos quemadores de cascarilla de arroz para instalaciones de gran capacidad de proceso.
Desde el punto de vista socioeconómico, se llenaron las expectativas de generar un importante aporte a la utilización de un desecho con el propósito de economizar combustible en los sectores agroindustriales colombianos y latinoamericanos de la molienda de arroz, logrando reducir significativamente los gastos de almacenamiento y manejo de la cascarilla de arroz en dichas instalaciones.
En relación con lo ecológico, se contribuye, en gran medida, a la reducción de un desecho de difícil biodegradación como lo es la cascarilla del arroz. Asimismo, en estos tiempos de crisis energética mundial, se ha logrado encontrar una fuente alternativa de generación de calor y así reducir el consumo de combustibles fósiles como el diesel, carbón coke y gas natural. Con miras a la utilización de tecnologías sustentables en plantas de la agroindustria, la utilización de la cascarilla de arroz representa un aporte significativo en la preservación de los recursos naturales para garantizar un futuro mejor para las nuevas generaciones.
Desde el punto de vista investigativo, para la empresa, este proyecto ha representado un gran impulso al desarrollo de la cultura de investigación y un nivel aceptable de capacitación en metodologías de investigación aplicada, lo que permitió la creación y desempeño del Departamento de Investigación y Desarrollo.
Actualmente, la compañía exporta el 60% de la producción a países de América Central y del Caribe, con el consiguiente impacto en el valor de la producción y en el empleo que genera. Otros productos están en fase de prueba, a nivel de prototipo.

(*) Colombia, Ciencia y Tecnología; Vol. 15, N° 4. Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe. CERIDE